Cuando cumplí mis 21 años, la mística determinación de mi Guru Eterno me llevo a la oportunidad de unirme a un monasterio Vaisnava. Mi vida cambió rotundamente, de vivir en las calles a levantarme a meditar a las 4 de la mañana, haciéndome vegetariano, abandonando completamente todas las drogas así como el alcohol, de la noche a la mañana. Fue alli, donde comenzó mi educación en la Cultura Védica. Primariamente, tuve la explicación occidentalizada de lo que esto significaba. Al cabo de un par de años, viaje a California y desde alli a mi primer viaje a India (1996); donde tome varias iniciaciones Brahmínicas, así como la que me dio mi nombre en sánscrito “Lila Madhava das”, siguiendo la escuela del Vaisnavismo Gaudiya, especializándome en el entendimiento profundo del Sanatan Dharma. 

Al cabo doce años de vida monástica, siguiendo estricto voto de celibato, estudiando Sánscrito, las escrituras Védicas y todas las regulaciones que la vida Brahmínica implicaba, desenvolví mucha experiencia en el conocimiento de la estructura social de la India. Estaba empezando a comprender que la magnitud del conocimiento que A.C. Bhaktivedanta Srila Prabhupada nos había traído a occidente, era inexplicable.