Cuando entramos en la capacidad de autopercibirse, descubrimos que se manifiesta una tremenda dicotomía, es allí donde ponemos en jaque todo nuestro sistema de creencias previas. Así como también nuestra capacidad de autogestionar nuestra propia libertad de pensamiento.
Esta disonancia cognitiva no es más que el encuentro de nuestra nueva información, con patrones previamente establecidos y profundamente arraigados.
Ellos fueron instaurados en nuestra mente, así como en nuestra vida cotidiana, por un proceso de constante repetición. Muchas de estas ideas pre-establecidas fueron instaladas por el sistema, la familia, la escuela y el propio entorno.
No podemos negar que recibieron una intensa colaboración de nuestra parte, afianzándose por la repetitividad constante. Transformándose en un mecanismo de convencimiento automático.
La esencia misma de dicho sistema, depende pura y exclusivamente, de que nosotros nos auto-percibimos como elementos perecederos. De una u otra manera, esta es la esencia misma de la base, donde se establecen las pautas con las que el dichoso sistema nos puede controlar, sin mucho esfuerzo.
Tenemos que tener en cuenta que hay una conexión generacional de creencias, pasadas de padres a hijos y así sucesivamente. Perfecta y profundamente establecida.
El término disonancia cognitiva es un descubrimiento medianamente contemporáneo pero hace parte de la naturaleza humana, desde siempre ha existido y es esencial conocerlo. Este concepto se refiere a la tensión o desarmonía interna de nuestro sistema de ideas, creencias y emociones (cogniciones) que percibimos.
Se establece cuando, al mismo tiempo, dos pensamientos están en conflicto, o por un comportamiento que entra en conflicto con las creencias. Es decir, el término se refiere a la percepción de incompatibilidad de dos cogniciones simultáneas, que pueden y generalmente, sucede que impactan sobre nuestras actitudes.
El origen de la teoría “Disonancia Cognitiva” en occidente
El concepto fue formulado por primera vez en 1957 por el psicólogo estadounidense Leon Festinger, en su obra A Theory of Cognitive Dissonance (edición en español, Teoría de la disonancia cognoscitiva).
La teoría de Festinger plantea que, al producirse esa incongruencia o disonancia de manera muy apreciable, la persona se ve automáticamente motivada para esforzarse en generar ideas y creencias nuevas. Reducir la tensión se transforma en una necesidad inminente. Sentimos la necesidad urgente de conseguir que el conjunto de las ideas y actitudes encajen entre sí, para que constituyan una cierta coherencia interna.
Normalmente provoca sentimientos de malestar, las personas intentan aliviar esta incomodidad de diferentes maneras. Las variantes van desde, entender las cosas que amenazan nuestra perspectiva previa a simplemente rechazar la nueva información que nos genera conflicto con las creencias existentes.
Arjun y la disonancia cognitiva
Desde que Festinger propuso la idea de la disonancia cognitiva se ha convertido en una de las teorías más influyentes e investigadas de la psicología social. El punto que me fascina ver es como, nuevamente, los Vedas demuestran esta realidad en la psiquis humana, desde el mismo Bhagavad Gita.
Arjuna no sabía que Krishna era Dios. Siempre lo consideró como su amigo inteligente y poderoso. Pero nunca jamás pensó que podría ser Dios mismo. Estaba en duda hasta que Krishna le mostró Su Viswa Rupa (forma universal).
Entonces solo se dio cuenta de que Krishna era Dios y dijo lo siguiente en El Bhagavad-gita 11.41-42 , La forma universal:
sakheti matvā prasabhaṁ yad uktaṁ
he kṛṣṇa he yādava he sakheti
ajānatā mahimānaṁ tavedaṁ
mayā pramādāt praṇayena vāpi
yac cāvahāsārtham asat-kṛto ‘si
vihāra-śayyāsana-bhojaneṣu
eko ‘tha vāpy acyuta tat-samakṣaṁ
tat kṣāmaye tvām aham aprameyam
“Considerándote mi amigo y sin conocer Tus glorias, Te he llamado irreflexivamente “¡oh, Krishna!”, “¡oh, Yadav!”, “¡oh, amigo mío!”. Por favor, perdona todo lo que haya hecho por locura o por amor. Te he faltado el respeto muchas veces, bromeando mientras descansábamos, acostándome en la misma cama, sentándome contigo o comiendo contigo, a veces a solas y a veces frente a muchos amigos. ¡Oh, Tú, el infalible!, por favor perdóname por todas esas ofensas.”
Significado por Srila Prabhupada:
“Aunque Krishna está manifestado ante Arjun en Su forma universal, Arjun recuerda su relación amistosa con Krishna, y debido a ello le pide que lo perdone por todos los tratos informales que surgen de la amistad. Él está admitiendo que anteriormente no sabía que Krishna podía adoptar esa forma universal, aunque Krishna se lo había explicado como amigo íntimo de él.
Arjun no sabía cuántas veces podía haber irrespetado a Krishna al llamarlo “¡oh, amigo mío!”, “¡oh, Krishna!”, “¡oh, Yadav!”, etc., sin reconocer Su opulencia. Pero Krishna es tan bueno y misericordioso, que a pesar de esa opulencia actuó con Arjun como un amigo. Así es la reciprocidad amorosa y trascendental que hay entre el devoto y el Señor.
La relación que hay entre la entidad viviente y Krishna está fija eternamente; esa relación no se puede olvidar, tal como lo podemos ver en el comportamiento de Arjun. Aunque Arjun ha visto la opulencia que hay en la forma universal, no puede olvidar la relación amistosa que tiene con Krishna.”
Así mismo, en la propia época cuando Krishna estuvo en el planeta, no todos sabían que Krishna era Dios. Algunos lo sabían, otros no lo sabían y otros lo supieron más tarde. Debido a la maya (energía ilusoria) del señor, no todos pueden conocer Su divinidad cuando encarna como humano.
De la misma manera que le pasó a Arjun, nos sucede a nosotros constantemente, en relación a la nueva información. Intentamos reducir esta disonancia para aliviar la incomodidad. La gran diferencia entre el pasado y el presente radica en la influencia cultural. Cuando se practicaba la Cultura Védica, las personas estaban muy dispuestas a desenvolver conciencia espiritual.
Hoy en día, estamos completamente dominados por el miedo de conocernos a nosotros mismos. El impulso para resolver la disonancia se denomina “principio de consistencia cognitiva”, nos cuesta mucho activar este impulso, al punto de llegar a aterrorizarnos. Es esencial trabajar esta carencia, ya que de una manera u otra, estaremos expuestos a una metamorfosis natural.
Esto también se describe en el Bhagavad-gita 7.25:
nāhaṁ prakāśaḥ sarvasya
yoga-māyā-samāvṛtaḥ
mūḍho ‘yaṁ nābhijānāti
loko mām ajam avyayam
“Yo nunca me manifiesto a los necios y sin inteligencia. Para ellos estoy cubierto por Mi eterna potencia creativa [yoga-māyā]; y así el mundo engañado no me conoce a Mí, que soy innacido e infalible.”
Así continúan mas descripciones en el Bhagavad-gita 9.11:
avajānanti māṁ mūḍhā
mānuṣīṁ tanum āśritam
paraṁ bhāvam ajānanto
mama bhūta-maheśvaram
“Los necios se burlan de Mí cuando desciendo en forma humana. Ellos no conocen Mi naturaleza trascendental y Mi dominio supremo sobre todo lo que existe.”
Conciencia de la inconsistencia y sus factores
Es importante señalar que la disonancia cognitiva, no es automática, cuando una persona tiene creencias opuestas depende de ciertos criterios para manifestarse, incluso hay cierta gradualidad a la hora de hacerlo.
Debe haber una conciencia de la inconsistencia, para sentir incomodidad. No todo el mundo experimenta la disonancia cognitiva en el mismo grado. Algunas personas tienen una mayor tolerancia a la incertidumbre y la inconsistencia y pueden experimentar menos disonancia cognitiva que aquellas que requieren consistencia.
Otros factores que afectan el grado de disonancia cognitiva que experimenta una persona incluyen:
- El tipo de creencias: Las creencias que son más personales conducen a una disonancia más significativa.
- El valor de las creencias: Las creencias que las personas tienen en alta estima tienden a causar una mayor disonancia.
- El tamaño de la disparidad: una disparidad sustancial entre creencias conflictivas y armoniosas resultará en más disonancia.
- Efectos: La disonancia cognitiva tiene el efecto inmediato de causar sentimientos de incomodidad e inquietud.
Como las personas generalmente tienen un deseo innato de evitar esta incomodidad, la disonancia cognitiva tiene un efecto significativo en la persona:
- Pensamientos: Es aquí donde nace todo. Es en el cuerpo sutil donde se manifiesta el encuentro primario con la disonancia: “mente, inteligencia y ego falso”
- Comportamientos: Queramos o no, suceden cambios del comportamiento. Desde el momento que se manifiesta otra realidad, sabremos que ya no podemos aceptar nuestro “yo” del pasado. Ya sea consciente o inconscientemente.
- Decisiones: Nos vemos forzados a tomarlas, ya sea para generar un cambio o para establecernos en una mentira que mantenga nuestra creencia previa.
- Creencias: Cuando instauramos creencias, nos cuesta mucho generar una concientización primaria. Nuestra escala de valores necesita aprender que los cambios son inminentes. Mantenernos sin cambiar puede afectar nuestra salud mental.
Las personas que experimentan disonancia cognitiva pueden notar que sienten ansiedad, culpabilidad, vergüenza, etc. Lógicamente, como resultado de estas emociones, pueden tratar de ocultar sus acciones o creencias de los demás.
Generalmente, racionalizan sus acciones o elecciones continuamente, evitar conversaciones o debates sobre temas específicos se hace necesario, así como evitar aprender nueva información que vaya en contra de sus creencias existentes. También prefieren ignorar investigaciones o cualquier consejo que cause disonancia. Evitar la información fáctica, puede permitir que las personas sigan manteniendo comportamientos con los que no están totalmente de acuerdo.
Por supuesto, la disonancia cognitiva puede hacer que algunas personas cambien su comportamiento, para que sus acciones se aliñen con sus creencias. De esta manera, brinda a las personas la oportunidad de examinar sus valores y acciones, logrando la consistencia cognitiva.
Como resultado de la disonancia cognitiva, las personas enfrentamos actitudes y acciones problemáticas. Por el hecho de mantener patrones antiguos, principalmente los establecidos en nuestra psiquis por el sistema (escuela, tv, opinión pública, etc) generalmente podemos encontrar muchos patrones autodestructivos.
En la sociedad donde vivimos es muy raro tener opciones saludables como patrones de conducta establecidos en nuestra propia familia, la mayoría de las personas aceptan la propaganda masiva como método correcto de cómo se debe vivir la vida. Esto es muy dañino para la salud.
La propaganda patrocina el fumar, la comida chatarra, las distracciones estupidizantes, etc. Así podemos alcanzar casi cualquier aspecto de nuestras vidas, pero, enfrentar nuestra propia disonancia cognitiva definitivamente nos puede generar cambios muy positivos en nuestras vidas.
Los hábitos alimenticios poco saludables, las adicciones, los problemas de ira generados por dicha propaganda y demás nimiedades, pueden ser erradicados de raíz, solo hace falta activar el principio de consistencia cognitiva.
Ejemplos de situaciones en las que puede ocurrir la disonancia cognitiva
- Fumar a pesar de ser conscientes de los efectos adversos para la salud. Aquí vemos como, incluso autodestruyendonos, preferimos mantener la creencia.
- Promover comportamientos que no practicamos, habitualmente utilizado en pro de manipular a otras personas. Este tipo de disonancia cognitiva se llama hipocresía.
- Decir una mentira a pesar de considerarnos honestos. Preferimos defraudarnos a nosotros mismos con tal de no enfrentar nuestra disonancia.
- Comprar cualquier cosa por el solo hecho de consumir, esto está directamente conectado con la idea que tenemos sobre: “Tener, es más importante que Ser”
- Considerarnos amantes de los animales con una doble moral, solo amamos a los que no están en nuestro plato. No nos gusta matar animales, pero no tenemos problema en pagar para que los maten. Algunos investigadores llaman a esto la paradoja de la carne.
Cómo resolver la disonancia cognitiva
- Forzarnos internamente a escuchar información contradictoria. La disonancia cognitiva se expone devaluando y descartando el conocimiento conflictivo. Mismo que a veces no aceptamos otra opinión, exponernos a analizar como opción nos ayuda a percibirnos a nosotros mismos, percibir a los demás y evaluar qué tanto somos capaces de ayudar a los otros, si observamos que están equivocados. Potencializar la humildad intelectual y la empatía.
- Poner en tela de juicio el sesgo de confirmación o sesgo confirmatorio. Dicho sesgo es la tendencia a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas. Somos una metamorfosis ambulante, anclarnos en algo es antagónico a nuestro beneficio final.
- Dejar de persuadirnos y justificarnos convenciendonos de que no existe ningún conflicto. Estamos en el mundo de los conflictos, exponernos a ellos conscientemente ayuda a pulir nuestro mecanismo de aprendizaje constantemente.
- Rodearnos de personas que comparten creencias similares sobre la expansión de nuestro intelecto. De manera grupal poner sobre análisis las ideas ya establecidas y su posible transformación.
- Dejar de racionalizar nuestros comportamientos sobre la base de que nos ayuda a socializar con los demás. Necesitamos aceptarnos como seres en proceso evolutivo, no necesitamos ser aceptados para suplir nuestra soledad.
- Reconciliar las diferencias. Es muy efectivo, pero también el más difícil de implementar. Implica un cambio de comportamientos para que sean consistentes con otras creencias. Un ejemplo es cuando una persona deja de comer carne porque ama a los animales o no le gusta la idea de matarlos. Conciliar las diferencias entre creencias en conflicto, o entre acciones y creencias, es una forma de crecimiento personal intenso.
La Disonancia Cognitiva en Resumen
La disonancia cognitiva afecta a todos y juega un papel en muchos de los juicios y decisiones diarias de una persona. Aunque la disonancia cognitiva puede parecer un efecto negativo, también puede ayudar a las personas a cambiar y crecer de manera positiva.
A través de la conciencia de las creencias y acciones en conflicto, las personas pueden abordar sus hábitos y alinear sus comportamientos con sus valores.
Analicemos la vida como una música constante, imaginemos por un instante que todos los sonidos de la existencia están en una armonía perfecta. Partiendo de esta base, desglosamos la palabra disonancia: “La palabra “disonancia” viene del latín dissonantia y significa “de mal sonido”.
Sus componentes léxicos son: el prefijo dis- (separación múltiple), -nt- (sufijo que indica agente, el que hace la acción), ia (cualidad), más el sufijo -discrepancia (sonar). Ver: prefijos, sufijos, otras raíces latinas, soneto”.
Concluyendo, aquello que no suena es lo que altera nuestra vida, llevemos nuestra psiquis hacia la magia constante del sorprendernos sin apegos, renunciemos a lo que ya no es necesario, desde allí podremos salir fácilmente de la zona de confort y alcanzar una constante evolución consciente.
Intentemos activar nuestra naturaleza intrínseca, de esta forma atraeremos el conocimiento interno y las guías necesarias, auto-percibiéndonos en nuestra realidad eterna, comprendiendo la individualidad que nos compete y la personalidad inamovible que verdaderamente poseemos.
Nos vemos en el próximo post!!!
Radhe Radhe