La guerra y los patrones de conducta
La especie humana, condicionada por patrones de conducta repletos de competitividad, egoísmo, codicia y un sinfín de elementos que nos distancian. Generando de esta manera el establecimiento de creencias limitantes y de manera constante, principalmente en las mentes más frágiles.
Lo más sorprendente es ver con que facilidad sucede. Seres astutos, que alcanzaron posiciones de liderazgo público y consecuentemente también los dueños de estos líderes, que no vemos públicamente, establecieron una agenda muy bien elaborada en pro de alcanzar sus retorcidas metas. Estas metas son completamente materialistas y muy distantes de beneficiar a la población.
A esta altura, pareciera que la guerra es un fenómeno inherente a este mundo material. Los individuos, sociedades, razas, naciones y así por delante, sufrieron una instalación de programas en sus mentes.
Estos mecanismos de manipulación ya establecidos, nos distanciaron de la comprensión de los intereses que el Señor Supremo Krishna tiene para nosotros, y por eso luchamos.
Las guerras Adhármicas (no basadas en el Dharma), son lo que venimos viviendo desde el principio de Kali Yuga. La última guerra Dhármica (en nombre del Dharma), que conduce a la supresión de estos mecanismos, fue la guerra de Kurukshetra, guerra en la cual fue hablado el Bhagavad gita.
Por lo tanto, mientras haya falta de conciencia de la presencia de Krishna en nuestras vidas y, consecuentemente, no se siga el conocimiento Védico establecido para nuestro beneficio, la paz duradera es imposible, independientemente de cualquier solución política.Los políticos, deben ser guiados por hombres espiritualmente inteligentes (Brahmanas), que conozcan las escrituras Védicas y puedan aplicarlas en la práctica. Hoy en día, los líderes de la sociedad, siguen las instrucciones de Brahmanas Asuras(demoníacos), provenientes de las castas Yakshas y Rakshasas, estas entidades conocen los Vedas, pero no los aplican en beneficio de la humanidad.
Guerra Dhármica
Según las escrituras Védicas, la guerra es necesaria cuando el materialismo y el ateísmo prevalecen sobre el Dharma, los principios eternos establecidos por la Suprema Personalidad de Dios, Krishna. Esto crea un desequilibrio en el orden universal (Dharma) que debe corregirse. Tenemos que tener en cuenta que estamos en Kali Yuga y ya no encontraremos Kshatriyas (guerreros), que tienen el deber de proteger el Dharma en el campo de batalla. Las cualidades de los Kshatriyas de eras pasadas (Puedes leer más sobre “kshatriyas” aquí) dista mucho de lo que hoy en día vemos en los campos de batalla. Para poder comprender con profundidad las diferencias es muy aconsejable leer el Mahabharata.
“Aquel que ha nacido es seguro que va a morir, y, después de morir es seguro que volverá a nacer. Por consiguiente, en el ineludible desempeño de tu deber, no debes lamentarte”.
Significado por Srila Prabhupada:
“Uno tiene que nacer de acuerdo con las actividades que ha realizado en la vida. Y, después de terminar un período de actividades, se tiene que morir, para volver a nacer y comenzar el siguiente período. De ese modo gira el ciclo del nacimiento y la muerte, fase tras fase, sin liberación. Este ciclo del nacimiento y la muerte no respalda, sin embargo, el asesinato, la matanza de animales y la guerra innecesaria. Pero, al mismo tiempo, la violencia y la guerra son factores inevitables en la sociedad humana, para mantener la ley y el orden.
La Batalla de Kuruksetra, que ocurriría por la voluntad del Supremo, era un evento inevitable, y es deber de un kshatriya pelear por la causa justa. ¿Por qué había éste de sentir temor o acongojarse ante la muerte de sus parientes, si estaba cumpliendo con su deber legítimo? Él no merecía tener que romper la ley y, con ello, quedar sometido a las reacciones de las actividades karmicas, a las que tanto les temía. Por el hecho de eludir el cumplimiento de su deber genuino no sería capaz de impedir la muerte de sus parientes, y se vería degradado por haber seleccionado un modo de actuar equivocado.”
Tal guerra se lleva de acuerdo con los estrictos principios de las escrituras para evitar el sufrimiento de la población civil, así como lo describe el Srimad Bhagavatam 1.7.36:
mattaḿ pramattam unmattaḿ
suptaḿ bālaḿ striyaḿ jaḍam
prapannaḿ virathaḿ bhītaḿ
na ripuḿ hanti dharma-vit
“Una persona que conoce los principios del Dharma no mata a un enemigo que está descuidado, embriagado, demente, dormido, temeroso o desprovisto de su cuadriga. Ni tampoco mata a un niño, a una mujer, a una criatura tonta o a un alma rendida”.
Significado por Srila Prabhupada:
“Un guerrero que conoce los principios del Dharma, nunca mata a un enemigo que no ofrece resistencia. Antiguamente, las batallas se peleaban de acuerdo con los principios del Dharma, y no en aras de la complacencia de los sentidos. Si el enemigo resultaba estar embriagado, dormido, etc., como se mencionó anteriormente, nunca se le debía matar. Éstos son algunos de los códigos de la guerra Dhármica. En otras épocas, nunca se declaraba la guerra por los caprichos de líderes políticos egoístas; la guerra se efectuaba sobre la base de los principios religiosos libres de toda clase de vicios. La violencia que se aplica de acuerdo con los principios dharmicos es muy superior a la llamada no violencia.”
Los verdaderos deberes de un líder
El papel de un rey piadoso es mantener a la sociedad en armonía con el plan del Señor Supremo, mediante la represión de los elementos que alteren el Dharma. Los reyes contemporáneos son parte de una casta completamente corrupta que estableció un mecanismo de explotación muy bien estudiado.
Ellos son entidades extremadamente degradadas y carecen de todo escrúpulo a la hora de actuar. No hay en ellos un ápice de bondad o nobleza, carecen de toda buena actitud. Como es de esperar, los gobiernos que ellos establecen, son sus fervientes lacayos, son corruptos y no tienen como interés el beneficio de la población. Es muy importante que entendamos que no existe un gobierno que comete errores, no existen líderes que se equivocaron en esta o aquella decisión; todo es parte de una agenda mundial.
Tenemos que establecernos, mediante una investigación correcta, en la comprensión de que estas entidades, siguen agendas muy detalladas y específicas. Son agendas muy antiguas y estratégicamente establecidas. Ellos carecen de la orientación apropiada, esto no significa que no tengan orientación, todo lo contrario.
Tienen grupos exclusivos de estrategas y catedráticos en el arte de la guerra y la manipulación. Saben muy bien qué mecanismo activar, cuándo activarlo y dónde activarlo. Entendiendo esto, comprenderemos con facilidad el porqué el mundo actual es un semillero de guerras.
Esto es corroborado en el Srimad Bhagavatam 1.10.25:
yadā hy adharmeṇa tamo-dhiyo nṛpā
jīvanti tatraiṣa hi sattvataḥ kila
dhatte bhagaḿ satyam ṛtaḿ dayāḿ yaśo
bhavāya rūpāṇi dadhad yuge yuge
“Cuando quiera que haya reyes y administradores que vivan como animales de las más bajas modalidades de la existencia, el Señor, en Su forma trascendental, manifiesta Su supremo poder, la Verdad Positiva, le confiere misericordia especial a los fieles, realiza actividades maravillosas y manifiesta diversas formas trascendentales según sea necesario en diferentes período y eras”.
Significado por Srila Prabhupada:
“Como se mencionó anteriormente, la creación cósmica es propiedad del Señor Supremo. Esta es la filosofía básica del Sri Isopanishad, como es explicado en el mantra 1:
īśāvāsyam idam sarvaṁ
yat kiñca jagatyam jagat
tena tyaktena bhuñjīthā
mā gṛdhaḥ kasya svid dhanam
“Todo lo animado o inanimado que está dentro del universo está controlado por el Señor Supremo y es propiedad del Señor Supremo. Por lo tanto, uno debe aceptar sólo aquellas cosas necesarias para sí mismo, que están apartadas como su cuota, y uno no debe aceptar otras cosas, sabiendo bien a quién pertenecen”.
Entendiendo esto, podemos comprender con facilidad lo distantes que estamos a la hora de establecer relaciones con todo lo que existe. Depende de nosotros establecer patrones de conducta nobles y bondadosos en nuestra vida, que nos acerquen a la conciencia y consecuentemente, ayudaremos a más personas en su camino personal.
Por lo tanto, entendiendo el mantra previo, podemos entender que nadie puede invadir el derecho de otro hombre, animal o vegetal individual, sin ser sancionado por la ley del karma. El rey o los líderes, deberían ser los representantes del Señor Krisna, para velar por la gestión de la voluntad del Señor. Es un hecho que, para qué esta ecuación funcione, la entidad que ubique la posición de liderazgo debe ser una persona con las cualidades necesarias reconocidas en los Vedas. Dichos líderes tienen plena responsabilidad consciente y actúan en base al conocimiento Védico, no sólo en relación a la administración del mundo, sino que son un ejemplo en su vida personal.
Debido a que están influenciados por la modalidad de la ignorancia de la naturaleza material, los reyes y administradores llegan al poder carentes de todo conocimiento espiritual y consecuentemente creen que carecen de toda responsabilidad. Tales administradores, ya desarrollaron una profunda patología psicópata. La comparación habitual con los animales es un tremendo error, ya que no existe punto de igualdad con nuestros hermanos menores. Estas entidades están completamente corruptas y no tienen ninguna meta aparte de su interés personal.
El resultado de tener líder corrupto
Naturalmente, percibimos que la atmósfera se sobrecarga de anarquía y elementos viciosos. El nepotismo, el soborno, el engaño, la agresión etc. Por lo tanto, el hambre, las epidemias (mayoritariamente implantadas), las guerras (estratégicamente creadas) y otras características perturbadoras similares, se vuelven prominentes en la sociedad humana. Naturalmente, las personas conscientes de esta realidad, son perseguidas por todos los medios. Hay ejércitos de intelectuales dedicados a la manipulación de la información, internet y la tv es su herramienta primaria. La historia es un cuento falso y como siempre, la escriben ellos.
El Srimad-Bhagavatam 4.20.14 describe un poco sobre el tema:
śreyaḥ prajā-pālanam eva rājño
yat sāmparāye sukṛtāt ṣaṣṭham aḿśam
hartānyathā hṛta-puṇyaḥ prajānām
arakṣitā kara-hāro ‘gham atti
“Dar protección a la masa general de personas, que son ciudadanos del estado, es el deber ocupacional prescrito para un rey. Al actuar de esa manera, el rey en su próxima vida comparte una sexta parte del resultado de las actividades piadosas de los ciudadanos.
Pero, un rey o jefe de estado ejecutivo que simplemente recauda impuestos de los ciudadanos pero no les da la debida protección como seres humanos, tiene los resultados de sus propias actividades piadosas, y a cambio de no dar protección, se hace responsable de la reacción de las actividades impías de sus súbditos”.
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Significado dado por Srila Prabhupada:
“Aquí puede surgir la pregunta de que si todos se dedican a actividades espirituales para alcanzar la salvación y se vuelven indiferentes a las actividades del mundo material, entonces, ¿cómo podrían continuar las cosas tal como están? Y si las cosas van a seguir como deben, ¿cómo puede un jefe de Estado ser indiferente a tales actividades? En respuesta a esta pregunta, aquí se usa la palabra “sreyah”, auspicioso. La división de las actividades en la sociedad, tal como la dispuso la Suprema Personalidad de Dios, no se creó a ciegas ni por accidente, como dicen los necios.
El Brahmana debe cumplir con su deber correctamente, y el Kshatriya, el Vaisya e incluso el Shudra, deben hacer lo mismo. De esta manera, cada uno de ellos puede alcanzar la más alta perfección de la vida: la liberación de este cautiverio material. (Para más información, ver link de “Sistema Varnashram Dharma” aquí)
Al ejecutar los deberes prescritos, uno puede alcanzar la máxima perfección.
Esto se confirma en la Bhagavad-gita 18.45:
sve sve karmaṇy abhirataḥ
saḿsiddhiḿ labhate naraḥ
sva-karma-nirataḥ siddhiḿ
yathā vindati tac chṛṇu
“Todo hombre puede volverse perfecto si sigue las cualidades de sus deberes prescritos por karma. Por favor, ahora óyeme decir cómo se puede hacer eso”.
El Señor Visnu aconsejó a Maharaja Prthu que a un rey no se le ordena renunciar a su reino y la responsabilidad de proteger a los “Prajas”, o ciudadanos, para irse a los Himalayas en busca de liberación. Puede alcanzar la liberación mientras ejecuta sus deberes reales. El deber real o el deber del jefe de estado es ver que los ciudadanos, su pueblo, estén cumpliendo con sus respectivos deberes para la salvación espiritual.
Un estado secular no necesita un rey o jefe de estado que sea indiferente a las actividades de sus habitantes. En el estado moderno, el gobierno tiene muchas reglas y regulaciones para llevar a cabo los deberes de los ciudadanos, pero el gobierno se niega a ver que los ciudadanos avancen en el conocimiento espiritual. Si el gobierno es descuidado en este asunto, los ciudadanos actuarán caprichosamente, sin ningún sentido de la realización de Dios o de la vida espiritual, y así, se enredarán en actividades Kármicas, generando una continuidad en el ciclo del Samsara.
Este post no terminara las guerras, pero si logra hacer con que avancemos un poco hacia la comprensión de nuestra realidad interna, el laberinto donde estamos metidos y como salir de el, sin duda alguna que tendremos éxito en nuestra meta, nos vemos en la segunda parte del post, bendiciones!!!
Radhe Radhe